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Despido improcedente – Guía Actualizada 2024

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¿Interesado en el tema de despido improcedente? Esta guía te brinda información esencial sobre qué constituye un despido improcedente.

Además, te ofrecemos orientación sobre cómo obtener asesoría legal sin compromiso de abogados especializados en derecho laboral de tu ciudad.

Descubre los detalles clave sobre el despido improcedente y cómo proteger tus intereses laborales con el apoyo de expertos en la materia.

¿Qué es un despido improcedente?

Un despido puede considerarse improcedente cuando no existe una causa justificada para su realización o cuando no se cumplen los requisitos formales o materiales establecidos.

Los requisitos formales incluyen la comunicación escrita del despido, la especificación de los motivos de la terminación del contrato y la fecha en la que se hará efectivo.

Por otro lado, los requisitos materiales se refieren a situaciones como modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo sin cumplir con lo establecido en el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, retrasos o impagos continuados de salarios, o incumplimientos graves de las obligaciones por parte del empleador.

Cuando se considera que el despido es improcedente, el trabajador tiene derecho a presentar una reclamación, que puede ser resuelta tanto judicialmente como extrajudicialmente. En el caso de la resolución judicial, se debe presentar una demanda ante el juzgado correspondiente.

Por otro lado, la resolución extrajudicial implica presentar una papeleta de conciliación ante el SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación), cuyas funciones están reguladas por la Ley Reguladora de la Jurisdicción.

Por otro lado, existe el despido procedente, que está justificado y puede ser tanto disciplinario como objetivo.

En el caso del despido disciplinario, el trabajador no recibirá ninguna indemnización. Sin embargo, si se trata de un despido objetivo, el trabajador tendrá derecho a recibir una indemnización equivalente a 20 días por año trabajado, con un límite máximo de 12 meses.

Causas del despido improcedente

Cuando se evalúa la procedencia de un despido, existen dos posibilidades que podrían llevar a considerarlo como improcedente.

En primer lugar, si los motivos justificados establecidos por la ley para el despido no se cumplen. Según el Estatuto de los Trabajadores, un despido puede ser considerado procedente en casos de despido objetivo por ineptitud del trabajador, falta de adaptación a modificaciones laborales, motivos económicos, técnicos o de producción, o por absentismo reiterado.

También puede ser considerado procedente en casos de despido disciplinario por disminución continua del rendimiento, indisciplina, desobediencia, acoso o embriaguez. Asimismo, en casos de despido colectivo que cumplan con los requisitos legales.

En segundo lugar, un despido también se considerará improcedente si no se cumplen las obligaciones formales exigidas por la ley al momento de realizar el despido.

Esto implica que la empresa debe notificar por escrito el despido, indicando las causas que lo motivan y la fecha en la que tendrá efecto. Es importante tener en cuenta que incluso en situaciones de baja médica, si existen causas justificadas, la empresa podría despedir al trabajador.

¿Cómo actuar frente a un despido improcedente?

Antes de abordar cómo actuar frente a un un despido improcedente, vamos a analizar las distintas circunstancias que se pueden presentar.

Circunstancias en un despido

Despido durante una baja laboral

En el caso de un despido durante una baja laboral, es importante tener en cuenta que el despido será considerado improcedente si la causa principal es la propia baja.

Aunque el empleador pueda alegar otras causas, la improcedencia dependerá de si dichas causas están justificadas y si se cumplieron los requisitos formales.

Es importante recordar que existen dos tipos de despido laboral: el objetivo, que se basa en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, y el disciplinario, que se produce por un comportamiento grave y culpable del trabajador.

Si no se cumplen los requisitos legales establecidos para el despido objetivo o disciplinario, el despido será considerado improcedente por el juez.

Despido sin preaviso de 15 días

En cuanto al preaviso de 15 días, es importante destacar que no es obligatorio en el caso de un despido improcedente. El plazo de preaviso dependerá del tipo de despido realizado por la empresa.

En el caso de despido objetivo que luego se considera improcedente, se requerirá el preaviso de 15 días. Sin embargo, en un despido disciplinario improcedente, el preaviso no será necesario.

Despido durante el período de prueba

En relación al despido dentro del periodo de prueba, es importante tener en cuenta que este período permite a ambas partes evaluar si el trabajo se adapta a sus expectativas.

Durante este período, tanto el empleador como el trabajador pueden rescindir el contrato. Un despido dentro del periodo de prueba se considerará improcedente si no cumple con los requisitos formales y si las causas o motivos no están justificados.

Despido con contrato temporal

Incluso teniendo un contrato temporal, un despido puede ser considerado improcedente si el juez determina que no se cumplieron los requisitos legales.

En cualquier caso, el trabajador siempre tiene derecho a reclamar la nulidad o improcedencia del despido en un plazo de 20 días hábiles desde la comunicación.

Cómo actuar ante un despido improcedente

Ante un despido improcedente, es recomendable presentar una papeleta de conciliación en el plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido.

Este acto de conciliación busca llegar a un acuerdo antes de iniciar un proceso judicial. Si no se logra un acuerdo en la conciliación, se puede proceder a presentar una demanda por despido en el juzgado correspondiente. En este proceso, contar con la asistencia de un abogado laboral puede ser de gran ayuda.

Cuando nos enfrentamos a un despido disciplinario improcedente, donde no se encuentran motivos justificados para el despido o se incumplen las obligaciones formales, es posible emprender una reclamación por despido. Para ello, es necesario seguir ciertos pasos, como se explica a continuación.

Papeleta de conciliación

El primer paso ante un posible despido improcedente es presentar una papeleta de conciliación ante el servicio correspondiente de la comunidad autónoma.

Este acto de conciliación tiene como objetivo intentar llegar a un acuerdo antes de recurrir a la vía judicial. La papeleta de conciliación debe presentarse en un plazo de veinte días hábiles a partir de la notificación del despido.

Demanda por despido improcedente

Si no se logra alcanzar un acuerdo durante el acto de conciliación, se puede proceder a presentar una demanda por despido ante el juzgado en el mismo plazo de veinte días hábiles, interrumpiendo el cómputo de días durante la tramitación de la conciliación.

Es importante tener en cuenta que, aunque no sea un requisito legal, contar con la asistencia de un abogado laboral es altamente recomendable para defenderse durante el proceso judicial.

En contraposición al despido procedente, que solo puede ser dictado por un juez, un despido improcedente puede ser reconocido de manera inicial por el empresario en la carta de despido.

En estas circunstancias, la indemnización correspondiente sería de 33 días por año trabajado, y no sería necesario acudir a juicio, ya que la empresa ha reconocido la improcedencia y ha efectuado el pago correspondiente.

No obstante, en muchos casos, un despido que la empresa considera inicialmente como procedente, con una indemnización de 20 días por año, puede terminar siendo calificado como improcedente. Esto puede ocurrir de dos formas:

  • Acto de conciliación: si el trabajador desea reclamar después de un posible despido improcedente, lo primero es intentar llegar a un acuerdo con la empresa en el acto de conciliación, que es un paso obligatorio antes de iniciar un proceso judicial. Este encuentro se lleva a cabo en el SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación), y para solicitarlo es necesario presentar una papeleta de conciliación como trámite previo. Durante esta reunión, la empresa puede reconsiderar su decisión inicial y aceptar que el despido ha sido improcedente, comprometiéndose a pagar la indemnización correspondiente. El plazo para presentar la papeleta de conciliación es de 20 días hábiles a partir de la notificación formal del despido, y el tiempo transcurrido desde la presentación de la papeleta hasta el acto de conciliación no consume días de dicho periodo.
  • Juicio por despido improcedente: cuando no hay acuerdo entre las partes, si el afectado decide continuar con el proceso para obtener la indemnización por despido improcedente que le correspondería, se puede presentar una demanda judicial. Si los juzgados admiten la demanda, se llevará a cabo un juicio, en el cual un juez puede calificar el despido como improcedente a través de una sentencia que declare la improcedencia. El plazo para presentar la demanda es de 20 días hábiles a partir de la comunicación del despido, y el cómputo de días se paraliza durante el tiempo que dure el procedimiento de conciliación.

Consecuencias del despido improcedente
Después de que el trabajador presente una reclamación por despido improcedente y se emita una sentencia favorable, el empresario tiene dos opciones a considerar:

  • Readmisión del trabajador: si el empresario decide readmitir al trabajador, debe hacerlo en las mismas condiciones y en el mismo puesto de trabajo que tenía antes del despido. Además, durante el período de tramitación de la reclamación, se deben abonar al trabajador los salarios que dejó de percibir. El empresario tiene un plazo de 10 días para comunicar la decisión de readmisión al trabajador.
  • Indemnización: la otra posibilidad es que el empresario opte por pagar al trabajador una indemnización por despido. La cuantía de la indemnización varía según la fecha de celebración del contrato:
  • Despido improcedente anterior a 2012: si el contrato se firmó antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización corresponde a 45 días de salario por año trabajado, con un límite de 42 meses.
  • Despido improcedente a partir de 2012: para los contratos celebrados a partir del 12 de febrero de 2012, la indemnización es de 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. En el caso de periodos inferiores a un año, se prorratean por meses.

Es importante destacar que si el empresario no elige ninguna de las opciones en un plazo de 5 días desde la notificación de la sentencia, se entenderá que opta por la readmisión del trabajador.

¿Hay derecho al paro tras un despido improcedente?

Tras un despido improcedente, el trabajador tiene derecho a cobrar la prestación por desempleo, siempre y cuando haya generado el derecho con sus cotizaciones. Para ello, debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Cotización mínima: el trabajador debe haber cotizado al menos 360 días en los últimos seis años antes de la finalización del contrato.
  • Situación de desempleo: el trabajador debe encontrarse en situación legal de desempleo, es decir, estar disponible y en búsqueda activa de empleo. Para ello, deberá inscribirse como demandante de empleo en el SEPE (en el futuro próximo, la Agencia Española de Empleo) y comprometerse a realizar todas las acciones y formaciones necesarias para buscar trabajo.

Es importante destacar que el trabajador tiene derecho a la prestación por desempleo incluso durante el proceso de conciliación o mientras espera la fecha del juicio.

Otras cuestiones relacionadas con el despido improcedente

¿Declarada la improcedencia del despido, si no existe centro de trabajo en el que ser readmitida, puede la persona trabajadora optar por la indemnización?

Sí, el artículo 110.1.b de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social (LRJS) establece el derecho de la persona trabajadora que ha obtenido una sentencia favorable que declara la improcedencia de su despido a elegir entre la indemnización cuando no es posible la readmisión.

¿Cuál es la indemnización en un despido improcedente para una Empleada Doméstica?

En todos los casos, el finiquito equivale a 12 días por cada año de servicio, con un límite de seis meses, es decir, un día por cada mes trabajado.

Asimismo, es necesario cumplir con los plazos establecidos para el preaviso. En caso de que la relación laboral haya superado el año, el empleador debe otorgar un preaviso de al menos veinte días a partir de la comunicación de la decisión de terminación al trabajador. En otros casos, el preaviso requerido es de siete días.

¿Cuál es la indemnización en un despido improcedente para un Directivo?

Cuando se trata de trabajadores en posiciones de alta dirección, las condiciones de un despido improcedente suelen establecerse en el contrato laboral.

En ausencia de estas condiciones acordadas, la indemnización correspondiente es de 20 días de salario por cada año de servicio, con un límite de 12 mensualidades. Además, se garantiza un preaviso de 3 meses o 6 meses en el caso de contratos indefinidos o con una duración superior a 5 años.

En caso de que el empleador no cumpla con la cláusula de preaviso, se requiere el pago de una indemnización por preaviso equivalente a 7 días de salario por cada año trabajado, con un tope máximo de 6 mensualidades. El trabajador de alta dirección tiene un plazo de un año para reclamar esta indemnización.

Existe otra forma de finalización del contrato laboral para los directivos conocida como «desistimiento empresarial».

En esta situación, no se exige una causa específica para la terminación del contrato. La indemnización mínima en este caso es de 7 días de salario por cada año de servicio, con un máximo de 6 mensualidades.

Sin embargo, si el trabajador directivo presenta una apelación por despido y el tribunal determina que no se trata de una posición de alta dirección, sino de una relación laboral común, el desistimiento se convierte en un despido improcedente y se aplican las consecuencias legales estipuladas por la ley.

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